martes, 2 de diciembre de 2014

Roza Shanina

La Sargento Roza Shanina lucho durante la IIGM como francotiradora del ejercito soviético contra los alemanes. Destaco en ese papel, gracias a lo cual llegue a saber de su existencia.

Ella

Aquellos que vivieron con ella la describen como energética y alegre, sociable y elocuente, volcada en los demás y un ego al que califican de “inexistente”.

Tiempos de paz

Nace en Yedma el 3 de Abril de 1924, su madre es niñera, leñador su padre, tiene una hermana y cuatro hermanos.

Para poder realizar sus estudios secundarios en Bereznik tenía que caminar diariamente 13 kilómetros; además allí cuidaba los sábados de una tía enferma.

Con 14 años y contra la voluntad de sus padres camina los 200 kilómetros que la separan de la estación de tren para poder ir a estudiar al instituto de Arkhangelsk, allí vive en principio con un hermano y luego se traslada a los dormitorios del instituto. En ocasiones regresaba de visitar a sus amigos sobre las 2 o 3 de la noche, hora en la que los dormitorios ya estaban cerrados, usaba entonces para acceder a ellos una cuerda echa con sabanas que le tendían sus compañeros.


Se hace miembro del Komsomol, una organización de la juventud comunista y propiciada por el propio gobierno.

La guerra


En los meses iniciales de la invasión alemana colabora en funciones de vigilancia y contra incendios, dado que pese a la distancia la aviación alemana ataca la ciudad.

Su hermano Mikhail muere defendiendo Leningrado.

Ella y sus dos hermanos mayores se alistan.

Pese a que la desesperada situación obligo a permitir el alistamiento de las mujeres a ella la aceptan a regañadientes. Y, no recibe entrenamiento militar en serio hasta que pasa un año y medio de su alistamiento.
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Solicita entonces, reiteradamente, que la acepten en la academia militar de francotiradoras, hasta que lo consigue. Allí se gradúa con honores y le ofrecen un puesto de instructora el cual rechaza para poder ir a primera linea.

En 1944 entra en combate y abate a su primer alemán el 5 de abril de ese año. El numero total de los que terminaría abatiendo, a efectos del blog, da igual; lo que importa es como se comporto en ese tiempo y lo que ese comportamiento nos puede decir sobre ella:

Pese a que estaba prohibido escribe un diario contando su experiencia en esos meses, dada la posibilidad de que el diario terminara en manos alemanas trata de no dar información en él que les sea útil a ellos o la disimula usando un mini código personal.

En varias ocasiones desobedece las ordenes de que se retire, permaneciendo en primera linea para dar apoyo a sus compañeros; llegando a ser sancionada por eso, pero sin que se le haga un juicio militar por ello.

Cuando es herida, en un hombro, tras una corta convalecencia insiste en regresar ya al frente, hasta que acaba obteniendo el permiso. Como dato curioso y para mi significativo (creo en esas cosas) ella escribe que esa herida le fue profetizada el día anterior y en ese lugar por un sueño.

“Retornaré a la batalla”, fue un dicho suyo, que en ocasiones de ese tipo, reitero tantas veces que termino haciéndose popular y acabo formando el titulo de un libro de Nikolai Zhuravlyov  llamado Retornando a la Batalla.

Solicito reiteradamente ser destinada a los exploradores, sin éxito; por lo que acabo escribiendo al propio Stalin, en dos ocasiones, para que se lo permitieran aunque sin que él le hiciera ningún caso.

Le gustaba cantar “Oy tumany moi, rastumany” mientras limpiaba su mosin, que si no entiendo mal era un himno de los partisanos, que habla de bosques, brumas, sufrimiento y la necesidad de luchar.



Pese a que su fotografía sale en la portada de un periódico y es ensalzada en algún otro ella escribe en su diario que no entiende a que viene eso ya que no hace más que otros y llega a decir en él, poco antes de que la abatan, que no se siente útil.

Allí admite que se siente más segura en retaguardia, pero que una fuerza que no comprende la obliga a ir a primera linea, que no tiene miedo, que actúa fríamente,

El 17 de enero tras fijarse que en su batallón de las 78 que, inicialmente, eran ya solo quedan 6 presupone que pronto morirá ella también.

El 27 de enero, mientras trata de proteger a un oficial herido, un fragmento de metralla le hiere en el vientre. Es encontrada por dos compañeros, fallece al día siguiente.


Su persona

Muchas son las cosas que para bien me llaman la atención en ella.

Podría hablar de valentía y entrega, pero hay cosas igual de importantes o más.

Era libre, moral e intelectualmente. Lo demuestra que una y otra vez toma, a lo largo de su vida, decisiones en clara oposición a los dictados de su entorno: estudia contra la voluntad de sus padres,
se salta las normas para estar más tiempo con sus amigos, desobedece ordenes de sus superiores, mantiene en secreto un diario prohibido. No es su entorno quien le dice lo que debe sentir, hacer, pensar. De su entorno solo parece tomar los datos necesarios para decidir por si misma.

Quería estudiar, ignoro si por afán de saber o por lograr un medio de vida más satisfactorio para ella. Pero eso me parece muy importante.

Tenia buen gusto con los hombres: le gustaban los que eran un “buen muchacho” y por ello no los bravucones o egocéntricos.

Era muy sociable y profundamente empatica como lo prueba que para ella parece que no había nada más horrible que dejar abandonados a compañeros en peligro. Lo mismo indica su necesidad de ser útil para los demás y que entre sus ultimas palabras están las que le dijo a una enfermera lamentando haber podido hacer, lo que a ella le parecía, “tan poco”.




miércoles, 12 de noviembre de 2014

Roza, Raquel y yo

Recuerdo, como si fuera ayer, que, hace años, durante el conflicto bosnio, por no me acuerdo que cadena de televisión se emitió una minientrevista a una francotiradora bosnia que, desde la sitiada ciudad de Sarajevo, se dedicaba a cazar a los francotiradores servios, que disparaban indiscriminadamente sobre la población, con intención de sembrar el pánico y el caos.

Me gusto la naturalidad con la que hablaba y sobre todo aquella serenidad que emanaba de ella. Una serenidad “afilada” y en ese momento “enguantada” cual uñas de gato.

Quizá eso pesara cuando buscando información sobre una de las novelas, que fantaseo escribir y jamás escribo, me encontré con una imagen de Roza Shanina y un escaso puñado de palabras comentando la foto... Puede ser. O, eso pensé en un primer momento.

Con el paso del tiempo fui tomando consciencia de que en realidad fue otra cosa la que me produjo tan fuerte y favorable impresión al contemplar esa foto.



Una de mis antiguas amigas, con “derecho a roce”, tiene un asombroso parecido con la mujer de esa foto. No tanto en la cara, pero si completo en sus gestos.

La foto es un típico posado para la propaganda, no tiene nada de natural, y pese a ello no deja de entreverse, en ella, una serie de cosas. Me trasluce valentía, honestidad, sociabilidad, inteligencia...

También dolor, tragedia, secretos, falsedades.

Desconozco que de todo eso se encuentra realmente presente en la imagen y que parte la proyecto yo sobre ella desde mis propios recuerdos personales.

Hay incluso algo que me resulta amargo cada vez que contemplo la foto, que me hiere, pero eso seguro que no es por la foto, es por los recuerdos que la imagen despierta en mí.

Ya dos años antes de que esa amiga y yo llegáramos a cruzarnos por primera vez la palabra, siendo solo conocidos de vista, yo la admiraba por lo que le había visto hacer y lo que me habían contado de ella.

Una tarde, por fin, hablamos. A la tarde siguiente nos besamos. Pronto llego la cama. El mutuo contarse, abrirse el uno al otro. Al principio todo fue genial.

Luego todo comenzó a ser cada vez más raro, todo se complicaba con ella, todo se volvía difícil. Termine escapando de ella, aun hoy, tantos pero tantos años después, le sigo evitando. Pero sigo echando de menos a la amiga que fue al principio.

Mi amiga era, es, valiente, honesta, sincera, inteligente, solidaria, noble...

Esa es la amiga que hecho de menos.

Pero también era maniática, estaba firmemente convencida de que todos los hombres, por genética, son inmorales, egocéntricos e intelectualmente torpes; su padre incluido. Todos excepto su hermano, al que consideraba una especie de santo, pero santo tonto. Se encontraba inmersa en una fantasía tipo “chica lista pastorea chico torpe pero interesante”. Se enamoro, pero no de mí, se enamoro de un hombre que jamás he sido, pero que era el único hombre que ella veía en mí. Y, lo peor es que era totalmente sincera, esa era su forma de ver a los hombres.
Desorientado por la situación, sintiéndome impotente ante ello, lo hable con dos de sus amigos, uno de ellos también lo era mio. Ambos me dijeron lo mismo, que también a ellos les pasaba algo parecido con ella, pero que sus virtudes compensaban ese defecto y que eso era lo que había y que yo podía tomarlo o no, que era libre de elegir, pero que no creían que le pudiera cambiar su imagen sobre los hombres.

Y, no pude. Y, cuando vi que tenían razón y que no podía, entonces, le escape.

No, para nada recuerdo aquello con agrado. Me duele aun hoy.

Por eso al mirar la foto de Roza yo realmente no sé lo que veo. Pero dado que no son muchas las mujeres sobre las que puedo llegar a hablar en este blog, por si acaso, he buscado información sobre Roza, pensé que bien poco o nada habría, como no la hay sobre casi ninguno de los millones de soldados que lucharon en la IIGM, para mi sorpresa sí que encontré información sobre ella y admito ahora que, por méritos propios, Roza Shanina tiene un lugar en este blog.

Pese al parecido, a tener la misma expresión en el rostro que mi amiga, Roza se enamoro dos veces en su vida. La primera de Misha Panarin, al que ella misma califica de “buen muchacho”, lo que para mi amiga la convierte en una ingenua, pues para ella “buen muchacho” es una expresión formada por dos palabras que se excluyen mutuamente. No se ruso, pero al parecer, relatando sus sentimientos, ante la muerte de él ,ella escribió: “me amaba y yo a él también” , puede que en ruso no haya forma de confundir el verbo querer con el verbo amar, lo ignoro, pero me gusta que me de la sensación de que ella sabía diferenciar entre querer y amar

En fin, que la próxima entrada estará dedicada a ella.


martes, 28 de octubre de 2014

Trauld Junge

Trauld, nace en Munich en 1020, por lo que es contemporánea de Irena y Sofía, pero su historia es muy diferente, al menos en principio. Para empezar su entorno personal no podía ser más opuesto al de ellas.

Mientras, por ejemplo, el padre de Sofía, un liberal de los de verdad, le decía a sus hijos “lo que quiero para ustedes es vivir con rectitud y libertad de espíritu, sin importar lo difícil que esto resulte” y terminaba en la cárcel por haber llamado a Hitler, en publico, “flagelo de Dios” o el de Irena inculcaba a su hija fuertes ideas solidarias y antiracistas...

El padre de Trauld, Max Humps, fue uno de los primeros miembros del partidos nazi, abandono a su mujer e hijas cuando Raudal tendría solo unos cinco años. Bien poco y bien mal le pudo enseñar nada bueno. Termino siendo general en la reserva de las SS.

Su hermana, de profesión bailarina de ballet, era amiga del hermano de Martín Bormann, el cual era el hombre de confianza del propio Hitler y no parece precisamente que el hermano fuera un anti-nazi.

Su propio novio y futuro marido era oficial de las SS.

Todos los datos que al parecer se tienen de su entorno indican que no había nadie, ni nada, que le facilitara desarrollar una actitud, ni mínima, contra el nazismo. Si no todo lo contrario. Aun así se la describe como apolítica, carente de ideología pese al adoctrinamiento al que estaba sometida por ejemplo en la rama femenina de las Juventudes Hitlerianas a la que perteneció. Hasta que un día todo cambio, pero para peor.

Quería ser, como su hermana, bailarina, y lo intento,pero al enterarse por ella de que había una plaza vacante para secretaria en la cancillería, se presento como candidata y termino siendo elegida como una de las secretarias personales de Hitler, llegando a formar parte de su entorno intimo, la personalidad de Hitler y el ambiente de adhesión hacia él que ella comenzó a respirar entonces a diario terminaron por convertirla en una persona fascinada por la personalidad de Hitler. Vivió a su lado los últimos años de la guerra y termino siendo la secretaria a la que él dicto su testamento político justo antes de suicidarse.

Tras la muerte de Hitler, intenta igual que otros huir de los soviéticos hacia las lineas occidentales de los aliados, pero es capturada por los soviéticos, deportada a Siberia, luego entregada a los estadounidenses, que la interrogan durante unas tres semanas, termina pasando unos seis meses en la cárcel antes de ser finalmente liberada. Tras ello siguió trabajando como secretaria y más tarde como periodista especializada en ciencia y publico un par de libros.

Murió a los 81 años, por un cáncer de pulmón.

En su experiencia se basa la película El hundimiento.


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Una noche con el televisor encendido,zapeando, pude ver los momentos finales de esa película. Tras terminar la historia que nos cuenta, como un añadido, aparece ella hablando. Sus palabras me impactaron. Aquí se puede ver lo que parece, al menos como ahora lo recuerdo, una transcripción de aquellas palabras; en todo caso aparece lo que más me importa de lo que escuche aquella noche:


Lo que más me impresionó una vez terminada la guerra es que el mundo era muy distinto de lo que Hitler había profetizado. En un primer momento no pensé para nada en tratar de elaborar mi pasado... Por supuesto que sentí el horror con el proceso de Nuremberg, pero seguía sin establecer la relación con mi propio pasado. Me conformaba pensando que yo personalmente no tenía la culpa, y que tampoco sabía nada de las dimensiones de todo. Pero un día pasé por la placa conmemorativa de Sophie Scholl, vi que había nacido el mismo año que yo y que la habían ejecutado el mismo año en que yo me fui con Hitler. En ese momento sentí que ser joven no era una excusa”.

No lo es, por supuesto que no. De todas formas, en todo, creo en explicaciones, no en excusas. Y, lo que yo veo en su historia es una mujer totalmente ignorante, que se mete donde no le conviene, colabora con gente despreciable sin saber que lo son y hasta sintiendo admiración por ellos, atrapada en un ambiente que le impide salir de esa trampa, romper las rejas de su ignorancia e ingenuidad, hasta el punto de que termina compartiendo con su entorno la paranoia general que esa gente vivía. Pero no veo culpabilidad alguna en una ignorancia que no ha sido buscada.

En cambio tengo la imagen de ella mientras pronunciaba esas palabras, su pose, su rostro, la mirada y sobre todo la voz. La voz me resulta mil veces más fácil de descifrar que una mirada, me dice como la persona que la emite siente su propia carne. Me fio muy poco de lo que veo en una mirada, sí la persona sabe que la estoy viendo, pero mucho de lo que leo en una voz, entienda o no el idioma en que habla, por que aunque sepa que le estoy escuchando seguramente no sospecha que además de a sus palabras escucho su voz y aun antes a su voz que a sus palabras.

Y, lo que vi en esa voz concuerda con las palabras; no miente. Ni siente necesidad alguna de mentir.

Mientras Sofíe Scholl comenzó sintiendo entusiasmo con el nazismo termino detestándolo, pues una serie de hechos le hicieron despertar, Trauld comenzó más bien sintiendo indiferencia hacía el nazismo pero acabo entusiasmada con él por que los sucesos que ella vivió fueron los contrarios a Sofía.

Cada una de ellas se comporto de acuerdo con la información que tenia.

Lo que voy decir quizá parezca una burrada, pero estoy convencido que cada una de ellas habría acabado haciendo más o menos lo mismo que la otra de estar en las circunstancias y condiciones de la otra.

Trauld, era alguien muy inteligente y con ganas de aprender, ambas cosas esenciales desde mi punto de vista, y mil veces más lo segundo que lo primero. Considero que ser la secretaria de aquel hombre le estaba garantizando tener acceso a información de primera mano sobre lo que estaba ocurriendo. Se equivoco, como ella reconocería más tarde, aquello no era más que un punto ciego, como ella misma lo llamo. Me sorprende ver como en algunas paginas de Internet esto parece no comprenderse. Hablan de “punto ciego” como si fuera sinónimo de centro de información, cuando es todo lo contrario, es la negación misma de la información. En un punto ciego como bien dice el propio nombre no ves, estas ciego. Cualquier creencia que entonces tengas esta basada en la fantasía y no en la realidad. Cualquier decisión que tomes basada en esas creencias puede ser tan disparatada como la buena o mala fortuna decida, pero lo que nunca será es una decisión libre, ya que ninguna decisión tomada a ciegas lo es.

Lo que recibió al lado de Hitler fueron mil mentiras y quizá ni media verdad. No la información que buscaba. Vivió esos años borracha de mentiras. Pues lo primero que hace ese tipo de gente cuando alcanza el poder es exiliar a la verdad por todos los medios a su alcance y ya sin verdad por medio lo que hay no es información si no desinformación.

Quisiera saber por que tras quedar viuda de su marido, que fue derribado en Francia por un caza ingles al poco de casarse, no volvió jamás a contraer matrimonio. Si fue debido a algún trauma relacionado con su trabajo de entonces o cautiverio, a alguna manía personal, a que simplemente era muy exigente a la hora de elegir pareja y hombres como los que ella buscaba no abundan o... no sé, quizá sea su viudedad de la veintena hasta los ochenta años mera casualidad... pero me da la impresión de que era cierto lo que le dijo una vez, en broma, a Hitler, que dado que había vivido más de 20 años sin un hombre era muy capaz de seguir haciéndolo. Pero para decir eso hace falta una buena autoestima, conocerse bien a si misma, valorarse, estimarse, tener una fuerza interior que la hace diferente de las “mendigas de amor” como las llama una medio amiga mía.

Creo que simplemente fue eso, nunca encontró otro hombre con el que le valiera la pena formar pareja. Quizá en cambio si echaba de menos a su marido, el único que tuvo.

Vivió, en cambio, sintiendo la necesidad no de ser perdonada, si no de perdonarse a sí misma, sin poder conseguirlo, el error de creer que allí estaría mejor informada que en cualquier otro lugar para acabar terminando formando parte de algo de lo que no podría, una vez descubierto en que consistía, dejar de avergonzarse.

A ello ayudo, seguro, que delante de ella el nazismo solo mostró su cara amable y caballerosa. Mientras que lejos de donde la mentira era ley Irena y sofía conocieron, vivieron, sufrieron y combatieron la otra cara, la más real, su rostro sin mascara. Irena y Sofía conocían las mentiras y también la verdad, pudieron contrastar cualquier cosa que se les dijo, por eso sabían diferenciar y que la mentira solo era eso, llana y hasta vil mentira.

Trauld, en cambio jamás tuvo esa oportunidad. Dicen que en toda guerra la primera victima es la verdad, sin primero esa no son posibles las otras. Trauld fue una más de las que vinieron después, en cierto modo mucho menos desafortunada que la mayoría, aunque dudo mucho que de poder volver atrás y cambiar su historia personal por la de Irena o Sofía... no la cambiara. Al menos a creer eso me lleva su necesidad, insatisfecha, de perdonarse a si misma.

En todo caso, si algún error cometió el ser capaz de admitirlo y obrar en consecuencia para mi es suficiente. No soy cristiano pero al fin y al cabo si algo me enseño el cristianismo es que si hay admisión del error, arrepentimiento, propósito de enmienda y se intenta paliar las consecuencias del error... entonces toda culpa queda lavada. Máximo en un caso que come en este antes que culpable se es victima.

En fin, cuando este blog llegue a su fin, y sí el tiempo me lo permite llegara, habrá una recapitulación final en el que esta mujer tiene un papel esencial. Pues de mi ideal de mujer no forma parte la perfección, de hecho no creo que exista la perfección, no más al menos que triángulos de diez lados; pero en cambio sí que el ser capaz de aceptar que no se es perfecta, de que se tienen fallos y obrar en consecuencia, eso, sí que forma parte ineludible y esencial de ese ideal



miércoles, 1 de octubre de 2014

Sofía Scholl

Sofía Scholl, al igual que Irena fue afortunada ya que nació y vivió en su intimidad, con personas excepcionales, lo que facilito que desarrollara una personalidad a su vez excepcional.

Nació en Alemania en 1921.

En 1933, con solo doce años, como era habitual que se hiciera con los jóvenes alemanes de entonces, se la invito a formar parte de la rama femenina de las Juventudes Hitlerianas y entro como una más en la organización. Pronto se desencanto y fue poco a poco desarrollando ideas cada vez más anti nazis. Que su entorno, su padre, amigos, algunos profesores, tampoco vieran con buenos ojos el régimen nazi seguro que ayudo a que ella se alejara del nazismo.



Hubo también ciertos hechos que lo facilitaron:

Sus hermanos y amigos, pertenecientes al ilegalizado Movimiento Católico de las Juventudes Alemanas, por lo que en 1937 fueron arrestados.

En 1941 entra en el servicio auxiliar de guerra, durante seis meses, como profesora de enfermería,ya que quiere en caso contrario no se le permitiría continuar sus estudios en la universidad.

En 1942 por fin comienza sus estudios de biología y filosofía en Munich, allí ya esta su hermano Hans estudiando medicina y este le presenta a sus amigos. 

En las vacaciones de verano vuelve a prestar trabajos en el servicio auxiliar y a la vez detienen a su padre por haber realizado comentarios contra Hitler. Por las tardes Sofía tocaba la flauta cerca de las murallas de la cárcel para que su padre escuchara la melodía de Die Gedanken sind frei, una canción anónima de finales del siglo XVIII, que es un himno a la libertad y contra la opresión que aun se usa hoy en día, a veces, con ese fin.


Se sintió atraída por la Rosa Blanca, una organización recién aparecida, que se resistía al nazismo escribiendo pintadas y repartiendo panfletos. Tras un tiempo descubrió que esa organización no era más que un puñado de estudiantes, formado por su propio hermano y sus amigos. Y, comenzó a colaborar en dicha organización que termino extendiéndose por toda Alemania.

En realidad la Rosa Blanca no fue en ningún momento otra cosa que un grupo de opositores al régimen, que hizo lo que pudo, siempre por vías pacificas, para intentar extender la resistencia en Alemania al nazismo. Su hermano y amigos habían prestado servicio militar en el frente y conocían incluso la existencia de los campos de concentración y lo que ocurría en ellos.

El 18 de febrero de 1943 Sofía es vista repartiendo folletos por un conserje de la universidad que la denuncia a la vez que cierra las puertas de salida. Ella y su hermano son atrapados en ese momento por la Gestapo, que llevaba ya tiempo investigando a la Rosa Blanca pero sin lograr descubrir nada.
Dado que toda la Rosa Blanca no era en el fondo más que un grupo de amigos,bien pronto, todos los restantes miembros de la Rosa Blanca fueron detenidos a su vez e interrogados.

El 22 de febrero se inician los juicios contra los detenidos. A Sofía se la condena por traición a ser ejecutada ese mismo día en la guillotina.
¿Cuales eran sus ideales?

La Rosa Blanca aspiraba a terminar con una dictadura, a extender la libertad y la justicia a toda Europa, fundiéndola en una federación de estados. No eran nacionalistas si no humanistas. Se inspiraban en principios cristianos de amor al prójimo. En eso creía ella, eso sentía, eso quería, eso busco; por eso la mataron.



miércoles, 3 de septiembre de 2014

Irena Sendler

Irena, nació en Varsobia el 15 de febrero de 1910. Y, no en una familia cualquiera:

Su abuelo materno participo en el levantamiento de enero de 1863, en una fincaa suya se instalo el mismisimo cuartel general de los rebeldes de su zona, termino deportado en Siberia, donde murio.

Su padre lucho por la independencia de Polonia, participo en la revolución de 1905, tambén en huelgas de estudiantes, todo lo cual le valio para ser perseguido y ser expulsado de la universidad. Se fue entonces a Cracovia donde también le terminaron expulsando de la universidad, pero logrando finalmente terminar sus estudios de medico en Ucrania.

Con esos antecedentes, por parte paterna y materna, quizá no sea tan dificil comprender que la compasión humana, esa especial sensibilidad con las desgracias ajenas y afan de justicia llevara a esta mujer a salvar la vida de unos 2500 niños judios del gueto de Varsobia. Lo llevaba en la sangre y en la educación que mamo en casa. Vivio dificultades economicas como cuando huvo que vender, para poder comer, el abrigo de su madre, a la vez convivio con gentes socialmente desfavorecidas a los que sus padres trataban de ayudar. En especial judios.

Ya en la universidad se granjeo problemas al simpatizar con los judios, en una época en la que el antisemitismo invadia las aulas, donde por ejemplo se reservaba el lado derecho de las aulas para uso exclusivo de los estudiantes no judios, por lo que termino siendo expulsada de la universidad. Tras un cambio de rector se le permite continuar y finalizar sus estudios.

Comienza entonces a trabajar, para el ayuntamiento, en asusntos sociales. Entonces llega la II Guerra Mundial, Polonia es invadida, Varsobia ocupada y los judios comienzan a ser perseguidos por los nazis, se crea el Guetto de Varsobia, etc.



Con la excusa de prevenir brotes de colera que pudieran extenderse a otras areas de la ciudad, Irena entra en el guetto. Y, comienza a sacar niños a escondidas y protegerlos fuera del gueto. Estoy de acuerdo con ella, totalmente, en que lo que hizo fue gracias a la colaboración de sus compañeros, se necesitaba al menos a diez personas fuera del gueto para poder sacar y cobijar a un judio. Gente como Leon Szexko, conductor de tranvía, que los escondia momentaneamente en tranvias para que luego los recogieran , Antoni Dabrowski, que conducia una ambulancia y trasladaba, escondidos en agujereadas cajas de madera o sacos, bebes adecuademante sedados para que sus lloros no alertaran a los alemanes, las familias de confianza que acogian en un primer momento a esos niños así llevados en los llamados "puestos de emergencia", como el de Janina Grawska, donde estaban los niños hasta que se acostumbraban a la nueva situación. Entonces se les repartia entre hospicios religiosos, conventos, otras familias polacas; pero aun así con frecuencia cambiando de domicilio a los niños para evitar sospechas de vecinos que por ejemplo vigilaban si de repente en la casa compraban más comida...

Claro que ella fue solo una más, una entre muchisimos, pero no solo fue eso. Ella fue el corazón de esa organización o cuando menos su cerebro, no solo un par de sus muchisimas manos. De hecho cuando la finalmente la apresarón su mayor preocupación era la lista con los nombres de todos los judios que se había logrado salvar y el nuevo nombre que se les daba en los documentos oficiales, partida de nacimiento basicamente, que se les había proporcionado para pasar desapercibidos en su nueva vida. En el momento de su detencion tuvo la suficiente sangre fría para pasarsela instantes antes a una amiga y asi poner la lista a salvo.

Fue torturada, no confeso. Condenada a muerte y el día en que la iban fusilar uno de sus guardias, sobornado por los compañeros de ella, la libero.

Entonces comenzo una vida en total clandestinidad para ella. Pudo estar presente en la muerte de su madre, y oir como en sus ultimas palabras la madre le pedía que no acudiera a su entierro pues allí la podrian estar esperando las S.S.

Cuando la guerra termino, nada cambio, ella siguio siendo la misma de siempre y de nuevo volvio a tener problemas, esta vez con las autoridades comunistas

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Fallecio en mayo de 2008

Esa fue a groso modo la vida de Jolanta. Pero Jolanta no es Jolanta, ese solo fue su nombre en codigo, Irena fue el nombre que le pusieron sus padres, su vida fue una vida guiada por la empatia y el coraje, a cuyo servicio se puso su capacidad de organización e inteligencia.

Quiza...

Quiza la pareja de la fotografía de la entrada anterior fueran padres... no lo parece en la susodicha fotografía, quiza, es solo quiza, por que su hijo o hijos se los había llevado Jolanta, hacia la vida.



jueves, 24 de julio de 2014

En el gueto de Varsovia

Durante la Segunda Guerra Mundial, durante el Holocausto, los nazis crearon en el centro de la capital polaca el mayor gueto judío de toda Europa, siendo concebido principalmente como campo de transito hacia los campos de exterminio. 



Llego a albergar a más de 400,000 personas, obligadas a vivir en espantosas condiciones, al principio los judíos no pensaron en resistirse a ser enviados desde allí al campo de exterminio, pues pensaban que se les enviaba a campos de trabajo, pero cuando ya solo quedaban unos 60,000, pues el resto ya había muerto por las penosas condiciones en que se les hacia vivir o ya habían sido deportados a las cámaras de gas, tanto el hecho de que no se volvía a tener noticias de los que ya se habían enviado, como comentarios escuchados a los soldados que los vigilaban, los prisioneros del gueto comprendieron que a donde se les enviaba no era a campos de trabajo precisamente.



El 18 de enero de 1943, ante nuevas ordenes de envíos a los campos, y ya sabiendo lo que eso significaba, los judíos se rebelaron y eso obligo a que durante un tiempo las deportaciones desde el gueto a los campos de exterminio se pararan, quedando el gueto bajo control judío. Por supuesto eso no podía durar mucho.

Los nazis se retiraron pero pidieron refuerzos.

En la noche del 19 de abril de 1943 los alemanes pasaron al ataque.

2000 soldados, 800 SS y casi 400 colaboracionistas polacos, Armados hasta los dientes con tanques y artillería pesada incluida,

La resistencia judía contaba con unos mil hombres, mal armados, pistolas, algún puñado de viejos fusiles, una sola ametralladora, explosivos caseros, granadas que lograron entregarle los de la resistencia polaca, cócteles molotov... y muchisima menos munición de la que acabarían necesitando.



Y, pese a la brutal diferencia de fuerzas, una vez más, los nazis terminan en retirada ante los judíos.

Eso cabrea a los altos mandos nazis y determinan sustituir al comandante de las fuerzas nazis por un tal Jürgen Stroop, que era un especialista en luchar contra la táctica de guerrillas que como es lógico usaban los judíos. Cuatro días más tarde la resistencia judía estaba aun en pie pero ya vencida por las fuerzas nazis, a partir de ese momento dicha resistencia paso de ser efectiva a ya solo testimonial, aunque sospecho que no se debió tanto a la efectividad de la nueva táctica alemana como por que al ir quedando sin munición poca resistencia se puede hacer me parece a mi. Pese a ello los judíos siguen luchando y los nazis terminan por no atreverse a atacar de noche, prefieren limitarse a seguir demoliendo el gueto e incendiandolo, casa a casa y calle a calle, acorralando cada vez más a los judíos.



El 16 de mayo todo ha terminado, no queda en pie un edificio en el gueto y se decide simbolizar su destrucción y de los judíos de Varsovia demoliendo la sinagoga pese a que se encontraba fuera del gueto.



Según fuentes alemanas unos 13.000 judíos murieron durante ese levantamiento y casi 59.000 fueron capturados y enviados a campos de concentración.



¿Por qué he contado todo esto?
Pues por que fuera o no el propio Jürgen Stroop quien realizo una serié de fotografías para un reportaje que envió a Himmler el caso es que gracias a ese reportaje existen las fotografías que he ido mostrando mientras lo contaba y quizá sea fácil que pase desapercibido algo que sin embargo quiero destacar.

En una de las fotografías aparece algo que el horror que relata puede ocultar al primer vistazo...

Son solo un hombre y una mujer, una pareja, tendidos sobre el suelo. Pero son mucho más...

El pasa el brazo por encima del hombro de ella, ella se alza sobre el hombre tendido a la vez que alza el rostro de él hacia el de ella. No esta la mujer simplemente dejandose abrazar, aceptando un abrazo a modo de emocional protección.



Claro que desea protección, pero hay algo que anhela aun más. La protección del compañero o no tendría su cuerpo alzándose sobre el de él hasta el punto de que necesita alzar el rostro de él para que alcance el rostro de ella, pero alzando si bajo el de ella.

Que en momentos como ese, de tamaña barbarie, el amor pueda lograr que un ser humano haga eso por otro, que haya alguien que lo haga es el tipo de cosa que me lleva a admirar a la humanidad, aun cuando sea capaz a la vez de realizar atrocidades como las que entonces y aun a veces ocurren.

No sé como como se llamaba esa mujer, no sé como termino sus días, pero sí sé que el hombre al que abraza es un hombre afortunado y que cualquiera que la haya conocido, ya solo por el hecho de haberla conocido, es también una persona afortunada. Bien vale la pena morir en una cámara de gas si a cambio has podido tener en la vida una mujer como esa cerca y te ha sonreído.

En cambio lo que ella esta pasando y que haya podido morir en una de esas cámaras... Eso sí que no tiene perdón.

Aunque Jürgen Stroop en los informes oficiales que envío calificaba de “bandidos” a los que simplemente luchaban por evitar que los asesinaran y de “subhumanos” a esta mujer y el hombre al que abraza... pese a ello... el hecho de que esa mujer existió justifica la existencia misma del mundo, de la humanidad y de la vida misma.





viernes, 18 de julio de 2014

Mary Greene

Mary Greene, es un personaje, ficticio, de la novela Los Asesinatos de Manhattan, coescrita por Douglas Preston y LincolnChild.

A finales del siglo XIX...

Mary Greene nació en el seno de una familia rural, compuesta por sus dos padres, ella, su hermano y una hermana. Cuando la granja de la que viven se arruina la venden por una miseria y se van vivir a la ciudad, donde el padre encuentra trabajo de estibador, no les va mal allí, pero entonces durante un brote epidémico los tres hermanos quedan huérfanos y a cargo de la hermana mayor como único sostén de la familia.

Prueba a trabajar de lavandera y costurera pero no da logrado dinero suficiente para mantener a sus hermanos. Pierden la casa y terminan en la calle, entonces recurre, para poder sobrevivir ella y los hermanos, a la prostitución.

Viviendo ya en la calle, como prostituta, es capturada por alguien que esta llevando a cabo una serie de asesinatos, consciente de que su muerte es inevitable escribe una nota, en un papel arrancado de un libo y escrita con su propia sangre, a falta de otra tinta, y la oculta entre los pliegues de la falda del vestido bajo un retal y el foro de algodón de la falda, ha dejado. A modo de epitafio propio.

“Me yamo Mary Greene de 19 años bibo en la caye Watter 19,”

Es el acto desesperado de alguien que no ha querido morir en el anonimato y luchado por lograr hacer todo lo que estaba en sus manos para evitar que fuera inevitable ese anonimato. Termina asesinada de un modo particularmente atroz. Más de cien años más tarde su esqueleto, el vestido y la nota son descubiertos, durante las obras para preparar los cimientos de un nuevo edificio en la ciudad.

Si la novela nos cuenta algo más sobre ella yo no lo he visto. Pero es suficiente para que empiece por ella el blog. Y, es que Mary Greene, tal y como la presentan en la novela su personalidad reune condiciones sobradas para impresionarme por su humanidad y coraje.

Amo a los seres humanos capaces de vivir como ha vivido ese personaje de ficción.

Capaces de empatia suficiente, amor que le llamaran algunos, como para cuando apenas logra mantenerse seguir, pese a ello, siendo el sostén de sus hermanos y luchando por ellos; incluso en circunstancias desesperadas. Con un coraje que solo puede nacer o de la estupidez o del amor.

Incluso esa nota que escribe, ese epitafio, ese no desear morir en el anonimato y que en la novela no sé explica que le mueve realmente a ello... me parece que es algo muy diferente a un mero no desear el anonimato.

¿En que circunstancias le tendría yo horror a ese anonimato, quizá aun más que al tipo de muerte que sabe que le espera?

Lo he intentado pero no soy capaz de imaginarme otro motivo que el que me movería.

La nota descubierta más de un siglo demasiado tarde, no sirvió para lo que fue escrita. Su finalidad no era decirnos a nosotros quien era ella. Era que en caso de ser descubierta a tiempo sus hermanos supieran que si ya no podrían contar con ella, que si ahora se verían totalmente abandonados, tirados, no era por que ella los hubiera abandonado, que era por que alguien la había asesinado y que de no ser por ello, el amor que les tenia la mantendría siempre a su lado, al menos mientras ellos la necesitaran. Fue por amor y no por odio al anonimato que escribió la nota, pues dado que ya no les iba poder seguir llevando pan quería al menos que se siguieran sintiendo queridos.

La Mary Greene que yo veo cuando leo el libro no es una persona a quien lo peor que le ocurrió en su vida sea su forma de morir, lo peor que le ocurrió en ella son toda esa serie de circunstancias que la arrastraron a terminar sus días como prostituta para llevarle pan a sus hermanos, nacer en una sociedad donde quedar huérfana te condenaba al hambre o a la prostitución.

… La novela nos presenta a sus hermanos como muertos, por hambre, no demasiado después de lo que para ellos fue la desaparición inexplicada de su hermana. Me resulta especialmente motivador y a la vez frustrador, la imagen que uno de los protagonistas de la novela siente ver, en realidad imagina, de la hermana pequeña, una niña de apenas un puñado de años, aprovechando la aglomeración humana que se produce durante un incendio,.. barriendo, con un trozo de escoba, la calle... para ver si de ese modo un adulto se apiada de ella y le da una moneda... sin que ningún espectador del incendio parezca ni fijarse en ella.

Ignoro si hacia finales del siglo XIX las condiciones de vida de las clases bajas en Nueva York eran tan escandalosamente impresentables como en la novela se nos dice, pero dando por bueno lo que la novela cuenta. La mayor desgracia de Mary Greene fue nacer en una sociedad incivilizada y repleta de barbarie, en la que ser prostituta era trabajo indigno pero se dejaba morir de hambre a niños, Mary Greene nació en una sociedad que presumía de ser cristiana pero era en realidad profundamente anticristiana...



En una sociedad así, en unos momentos así, para mi Mary Greene es... la luz que alumbra en la oscuridad. El tipo de ser humano que hace que valga la pena que la especie humana exista.

Su historia me motiva, despierta en mi deseos de hacer algo al respecto, de actuar, intervenir, dentro de ella, de reconducirla hacia otro final, uno muy distinto, menos trágico y más feliz,

… Me recuerda que en este mismo momento hay muchas Mary Greene en el mundo y por desgracia muchas historias también como la suya.

Pues bien, Mary Greene es del tipo de mujer que yo amo.





miércoles, 16 de julio de 2014

Razones para un regreso

Decir que el pequeño número de personas de mi entorno que tenían noticias del blog, pese a que les gustara su temática, seguramente ya ni recuerdan su existencia y que por lo tanto puedo continuar con ello sin que me moleste que nadie me identifique con lo que aquí voy ir publicando... decir eso es fácil.

Contar que sucedió con la mujer cuyo rostro contemple más detres segundos... ya no lo es.

Me resulta extraordinariamente difícil.

Resumiré diciendo que simplemente la distancia hizo su efecto. No una distancia que podamos medir en kilómetros, si no esa otra que nace de todos y cada uno de los mensajes que le envié y jamás contexto, ya que solo uno de cada tres, o más o menos, obtuvo respuesta y eso pese a que podían pasar días entre uno y otro. Por muy presente que este para ella cuando estoy a su lado se ve que paso a un segundo plano cuando no es así. Me afecta sobre todo que no se percate del efecto que eso tiene en mi, que no lo entienda y me reproche cuando volvemos a vernos estar “desencantado”.

A eso se suma que ahora que la conozco un poco mejor, sigo opinando lo mismo que antes de ella, pero no puedo evitar la sensación de que en realidad ella y yo nos movemos en diferentes “ondas”. No formo parte de su mundo ni ella del mio.

Me maravilla, al igual que le maravilla a ella, su capacidad para “darse por entero” a cualquiera con quien en un momento dado este, bien sea un mendigo que se le acaba de acercar a pedir una moneda, alguien que le acaban de presentar, la camarera del bar cuando solo hay un par de clientes o el “baboso” que según ella se le acerca sin más intención que según ella “meterse entre mis bragas” y que tras veinte minutos de intentar impresionarla, sale sin conseguir nada pero encantado por como ella lo ha tratado y tras lo cual a ella como único comentario de todo el asunto solo dice una palabra, “¡pobre!”, y es que mientras a mi el hombre en cuestión me parece patético, no por lo que intenta si no por el modo en que lo intenta, y hasta me da grima, a ella, en cambio, lo que él le produce es pena por su incapacidad de intentar llevarsela a la cama sin dar un ejemplo de lo que no se debe hacer en tales ocasiones...

Pero...

Aunque yo no soy una excepción. Se desborda cuando esta conmigo. Que me entregue su tiempo, que se beba mis palabras, que su mirada me escrute en busca de mi alma, que sea solo oídos...

Es algo que hace con cualquiera. Dice por lo tanto mucho de ella pero nada sobre nosotros lo que ocurre en las distancias cortas.

No entiende que en eso no me parezca a ella. Tampoco el sentimiento de “gravedad” con el que vivo la vida.

Lo que sucede en las distancias largas, que me vea como borde cuando rechazo a quien sin necesidad, objetiva, hace daño a otros, que la vida sea para ella una aventura y para mi un medio...

Hace que el “encantamiento” se haya roto. Que pueda volver a escribir el blog, que de nuevo sea capaz de pensar y recrear mi ideal de mujer sin que me aparezca la voz de ella, el olor de ella, la mirada de ella, su calor... distrayendome y sustituyendo la imagen de un ideal por la imagen de ella.



domingo, 6 de julio de 2014

Razones para una ausencia


Apenas empezado, llevo una larga temporada ausente del blog. Hay razones para ello, como las hay para todo.

En este caso las razones son dos. Una la principal y ya suficiente por si sola y la otra, que siendo insuficiente, refuerza el peso de la principal.

La razón principal es que dicen que basta estar tres segundos contemplando, digo contemplando, no mirando, el rostro de una mujer para terminar enamorado de ella. Y, debe ser cierto y al parecer me pase demasiados segundos contemplando un rostro.

En los días en que ocurrió no estaba preparado pero sí muy necesitado de conocer a alguien como ella.

Una inteligencia y emociones espectaculares, un físico que no llama la atención pero que desborda salud.

La primera impresión, la de antes de cruzar la primera palabra, es que estaba ante una tímida que quizá fuera a la vez un poco engreída y hasta un tanto superficial. Se ve que no estaba yo muy despierto y lucido en tal momento ya que las dos ultimas cosas, engreída y superficial, son incompatibles con la primera y por lo tanto o lo uno o lo otro, pero todo a la vez no podía ser.

En todo caso sí sentí curiosidad por saber como era aquella desconocida. Por lo tanto me dispuse a aprovechar la primera oportunidad para hablar con ella y tratar de “descifrarla” Sí, ya lo sé, muy poco romántico lo que acabo de decir por el modo en que lo dije y es que el verbo “descifrar” es en estos casos de lo más anti-romantico. Pero es que yo ni soy un romántico, ni lo pretendo; simplemente, en ese momento, quería saciar mi curiosidad.

A los diez minutos de conversación ya me tenia boquiabierto. Cuanto más nos adentrábamos en la conversación, más y más resultaba obvio lo evidente. Estaba ante alguien excepcional.

Los días siguientes no hicieron más que reforzar esa impresión.

No me enamore.

Pero no me enamore por que ella no quiso.

En realidad no sé lo que quería ella, pero eso desde luego no. Sí lo pienso fríamente sospecho que usarme como terapia, a la vez que servirme ella a mi también de terapia. Y, es que tiene, ella, alma de psicóloga y ambos acumulábamos un buen montón de viejas y profundas heridas. Y, aquella mutua comprensión y profunda empatia nos hacia mucho bien.

Cuando por fin se fue...

Cuando regreso a su casa y su mundo me quede sin otra cosa de ella que recuerdo. Era su ausencia un dolor sordo, que no se callaba.

Coincidió, por pura coincidencia, con el inicio del blog; que ya tenia programado.

Y, pronto vi, a las pocas entradas, que me estaba interfiriendo en mi proyecto; pues cada vez que intentaba pensar y descubrir o decir algo sobre mi ideal de mujer me descubría en el acto, a mi mismo, pensando en ella y no en ideal alguno. Por lo tanto y dado que no podía pensar en el tema del blog tampoco podía publicar nada en él.

La otra razón, la pequeñita y que no importa, es que descubrí algo con respecto al blog que me produce incomodidad. Y, es que no resulta anónimo para un pequeño grupo de personas de mi entorno intimo. Les hable de mi proyecto de blog, y hasta algo lo difundí, sin percatarme de que bien podría ocurrir al final que deseara yo publicar algo en él que no pudieran ellos relacionar conmigo. Al fin y al cabo que alguien pertenezca, más o menos, a mi entorno intimo no quiere decir que necesariamente desee yo que conozca determinadas intimidades mías, como mías.

Por supuesto el retorno al blog, y no solo la ausencia,  tiene también sus razones.