martes, 2 de diciembre de 2014

Roza Shanina

La Sargento Roza Shanina lucho durante la IIGM como francotiradora del ejercito soviético contra los alemanes. Destaco en ese papel, gracias a lo cual llegue a saber de su existencia.

Ella

Aquellos que vivieron con ella la describen como energética y alegre, sociable y elocuente, volcada en los demás y un ego al que califican de “inexistente”.

Tiempos de paz

Nace en Yedma el 3 de Abril de 1924, su madre es niñera, leñador su padre, tiene una hermana y cuatro hermanos.

Para poder realizar sus estudios secundarios en Bereznik tenía que caminar diariamente 13 kilómetros; además allí cuidaba los sábados de una tía enferma.

Con 14 años y contra la voluntad de sus padres camina los 200 kilómetros que la separan de la estación de tren para poder ir a estudiar al instituto de Arkhangelsk, allí vive en principio con un hermano y luego se traslada a los dormitorios del instituto. En ocasiones regresaba de visitar a sus amigos sobre las 2 o 3 de la noche, hora en la que los dormitorios ya estaban cerrados, usaba entonces para acceder a ellos una cuerda echa con sabanas que le tendían sus compañeros.


Se hace miembro del Komsomol, una organización de la juventud comunista y propiciada por el propio gobierno.

La guerra


En los meses iniciales de la invasión alemana colabora en funciones de vigilancia y contra incendios, dado que pese a la distancia la aviación alemana ataca la ciudad.

Su hermano Mikhail muere defendiendo Leningrado.

Ella y sus dos hermanos mayores se alistan.

Pese a que la desesperada situación obligo a permitir el alistamiento de las mujeres a ella la aceptan a regañadientes. Y, no recibe entrenamiento militar en serio hasta que pasa un año y medio de su alistamiento.
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Solicita entonces, reiteradamente, que la acepten en la academia militar de francotiradoras, hasta que lo consigue. Allí se gradúa con honores y le ofrecen un puesto de instructora el cual rechaza para poder ir a primera linea.

En 1944 entra en combate y abate a su primer alemán el 5 de abril de ese año. El numero total de los que terminaría abatiendo, a efectos del blog, da igual; lo que importa es como se comporto en ese tiempo y lo que ese comportamiento nos puede decir sobre ella:

Pese a que estaba prohibido escribe un diario contando su experiencia en esos meses, dada la posibilidad de que el diario terminara en manos alemanas trata de no dar información en él que les sea útil a ellos o la disimula usando un mini código personal.

En varias ocasiones desobedece las ordenes de que se retire, permaneciendo en primera linea para dar apoyo a sus compañeros; llegando a ser sancionada por eso, pero sin que se le haga un juicio militar por ello.

Cuando es herida, en un hombro, tras una corta convalecencia insiste en regresar ya al frente, hasta que acaba obteniendo el permiso. Como dato curioso y para mi significativo (creo en esas cosas) ella escribe que esa herida le fue profetizada el día anterior y en ese lugar por un sueño.

“Retornaré a la batalla”, fue un dicho suyo, que en ocasiones de ese tipo, reitero tantas veces que termino haciéndose popular y acabo formando el titulo de un libro de Nikolai Zhuravlyov  llamado Retornando a la Batalla.

Solicito reiteradamente ser destinada a los exploradores, sin éxito; por lo que acabo escribiendo al propio Stalin, en dos ocasiones, para que se lo permitieran aunque sin que él le hiciera ningún caso.

Le gustaba cantar “Oy tumany moi, rastumany” mientras limpiaba su mosin, que si no entiendo mal era un himno de los partisanos, que habla de bosques, brumas, sufrimiento y la necesidad de luchar.



Pese a que su fotografía sale en la portada de un periódico y es ensalzada en algún otro ella escribe en su diario que no entiende a que viene eso ya que no hace más que otros y llega a decir en él, poco antes de que la abatan, que no se siente útil.

Allí admite que se siente más segura en retaguardia, pero que una fuerza que no comprende la obliga a ir a primera linea, que no tiene miedo, que actúa fríamente,

El 17 de enero tras fijarse que en su batallón de las 78 que, inicialmente, eran ya solo quedan 6 presupone que pronto morirá ella también.

El 27 de enero, mientras trata de proteger a un oficial herido, un fragmento de metralla le hiere en el vientre. Es encontrada por dos compañeros, fallece al día siguiente.


Su persona

Muchas son las cosas que para bien me llaman la atención en ella.

Podría hablar de valentía y entrega, pero hay cosas igual de importantes o más.

Era libre, moral e intelectualmente. Lo demuestra que una y otra vez toma, a lo largo de su vida, decisiones en clara oposición a los dictados de su entorno: estudia contra la voluntad de sus padres,
se salta las normas para estar más tiempo con sus amigos, desobedece ordenes de sus superiores, mantiene en secreto un diario prohibido. No es su entorno quien le dice lo que debe sentir, hacer, pensar. De su entorno solo parece tomar los datos necesarios para decidir por si misma.

Quería estudiar, ignoro si por afán de saber o por lograr un medio de vida más satisfactorio para ella. Pero eso me parece muy importante.

Tenia buen gusto con los hombres: le gustaban los que eran un “buen muchacho” y por ello no los bravucones o egocéntricos.

Era muy sociable y profundamente empatica como lo prueba que para ella parece que no había nada más horrible que dejar abandonados a compañeros en peligro. Lo mismo indica su necesidad de ser útil para los demás y que entre sus ultimas palabras están las que le dijo a una enfermera lamentando haber podido hacer, lo que a ella le parecía, “tan poco”.