"La mujer no ha nacido para que
se le comprenda, sino para que se le ame."
Pues no señor, de eso nada, que
va. Suena muy bien pero es falso lo que afirma esa cita de García
Lorca.
Conocer es comprender y no amamos
a alguien hasta que le conocemos realmente. Hasta que es "él"
o "ella" para nosotros y no una incognita; tal persona y no
tal otra. No es necesario lograr una comprensión perfecta, nada
humano es perfecto ni lo necesita ser, pero si no es minimamente
suficiente lo que estariamos amando ya no sería una persona si no un
mal entendido. Por otro lado amar a alguien te lanza a una busqueda
sin fin por mejorar la comprensión que ya has alcanzado de esa
persona. Es un acto instintivo.
Es una busqueda que se hace a la
vez por amor y para amar.
Por amor, ya que eres consciente
de que cuanto mejor le conozcas, más le entiendas, de mayor apoyo le
podrá servir tu presencia. Mejor sabrás lo que necesita y menos
peligro correras de estar luchando o sacrificandote o esferzondote en
vano tratando de darle una ayuda que no le hace falta mientras
descuidas otras ayudas, atenciones, detalles, esfuerzos o lo que sea
que en cambio si necesita de ti pero que ignoras que le hacen falta.
Para amar, por que cuanto mejor
conozcas a una persona, cuanto más la comprendes más facíl te
resulta amarle y eso es siempre así, en general, de hecho llevado al
estremo, conocer de modo perfecto a alguien, nunca posible en la
practica, te llevaría a perdonarle todo. Por eso los matrimonios
concertados, de darse entre personas dispuestas a comprenderse
mutuamente, y no haber ningun impedimento profundo en contra, pueden
funcionar muy bien, pues la convivencia proporciona las condiciones
optimas para que dos personas realmente se conozcan y si ambas lo
aprovechan acabaran amandose muy probablemente.
Y, es que conocer es comprender y
comprender es amar.
Por eso el enamoramiento, esa fase
de hormonas desbocadas, que afirman que suele durar unos tres años
de media, no es un paso necesario para llegar al amor. De hecho el
enamoramiento sin voluntad compartida de entenderse cada día un poco
mejor, de descubrirse el uno al otro, por muy fuerte que parezca no
es más que autoengaño y callejón sin salida, y capaz de naufragar
en un baso de agua.
El enamoramiento es un ir que se
va, el amor en cambio es un despertar.